domingo, 10 de febrero de 2013

Importante Juicio contra Monsanto

David VS. Goliat: el campesino Bowman Hugh contra el gigante de la industria agrícola y el mayor productor de productos genéticamente modificados, la compañía Monsanto.

 Monsanto Co. ha encontrado un terreno fértil en las cosechas transgénicas y en el auge agrícola global, pero la mayor compañía de semillas del mundo también ha engendrado su dosis de controversia. Sus detractores la acusan de defender alimentos riesgosos y consideran que simboliza un sistema alimenticio dominado por unos cuantos gigantes a costa de la pequeña agricultura. Sus antecedentes como productor de químicos le han valido un estigma del que le cuesta desprenderse. La compañía, dirigida por Hugh Grant, sin embargo, ha revisado su plan de precios para apaciguar a los pequeños agricultores y se mantiene firme en la defensa de los transgénicos. De un lado, un granjero de 75 años que defiende su derecho a la venta de las semillas de las plantas cultivadas por Monstanto. Del otro, la corporación transnacional Monsanto, con miles de millones en activos, que protege ferozmente su propiedad intelectual. Y decenas de abogados que cobran honorarios millonarios. El caso tiene su origen en las reglas que rigen la venta de los productos agrícolas del gigante empresarial. Al comprar las semillas de la compañía Monsanto, los campesinos tienen derecho sólo cosechar con ellas, sin poder volver a sembrar en un futuro lo que cosecharon. Esto significa que los agricultores no pueden utilizar el grano producido por ellos mismos para el cultivo, sino que se ven obligados a comprarle las semillas a la compañía año tras año. La empresa sostiene que los cultivos modificados fueron creados en sus laboratorios tras una larga y costosa investigación, por lo cual son de su propiedad intelectual. En esta audiencia Hugh Bowman no solo se representa a sí mismo, sino también a cientos de agricultores que se enfrentaron a una situación similar. Para saltarse las condiciones impuestas por la industria agrícola, los campesinos compraban las semillas en los graneros locales. Allí la mayor parte de las semillas fueron obtenidas de vegetales cultivados por Monsanto. Así, casi el 94% de las legumbres de Indiana contienen genes modificados en los laboratorios de la corporación. A pesar de que no existían restricciones sobre el uso de tales semillas, Monsanto comenzó a luchar contra aquellos a los que considera “ladrones” y demandó a varios granjeros, entre ellos a Hugh Bowman quien, según los empleados de la compañía, vendía las semillas a los graneros locales. Un tribunal obligó al hombre a pagar una multa corporativa de 85.000 dólares. Sin embargo, el campesino no aceptó el veredicto y presentó una apelación. Las partes se negaron a alcanzar un acuerdo y ahora el caso será revisado por la Corte Suprema de USA. Monsanto Monsanto Co. ha encontrado un terreno fértil en las cosechas transgénicas y en el auge agrícola global, pero la mayor compañía de semillas del mundo también ha engendrado su dosis de controversia. Sus detractores la acusan de defender alimentos riesgosos y consideran que simboliza un sistema alimenticio dominado por unos cuantos gigantes a costa de la pequeña agricultura. Sus antecedentes como productor de químicos le han valido un estigma del que le cuesta desprenderse. La compañía, dirigida por Hugh Grant, sin embargo, ha revisado su plan de precios para apaciguar a los pequeños agricultores y se mantiene firme en la defensa de los transgénicos. Asimismo, la ventaja de Monsanto sobre sus rivales está creciendo. Después de que su ganancia se precipitara 47% en 2010, acumula un alza de 87% en los dos últimos años. Grant, un escocés de 54 años, dialogó hace poco con The Wall Street Journal. He aquí unos extractos: -En el centro del debate está la seguridad. ¿Cómo sabemos que los transgénicos son seguros? -Se trata del producto alimenticio que se ha sometido a más pruebas en el mundo. Europa estableció su propia Agencia de Seguridad Alimentaria, que ha invertido más de US$400 millones y ha concluido que estas tecnologías son seguras. (Hace poco) Francia determinó que no hay riesgos en una variedad de maíz que presentamos allí. Siempre hay una gran cantidad de ruido político, pero si uno se limita a la ciencia, se da cuenta de que es muy sólida en el caso de estas tecnologías. -Hace tres años la compañía protagonizó una seguidilla de malas noticias, incluyendo un pobre desempeño, preocupaciones sobre la salud de su negocio de semillas y una revuelta de los agricultores sobre la fijación de precios. ¿Cómo revirtió esa situación? -Volvimos a lo más básico y nos reconectamos con nuestros consumidores. Nos centramos en la consistencia. Nos volvimos predecibles sobre nuestros precios; consistentes en nuestro mensaje, y hemos estado haciendo un seguimiento a lo largo de un período de tres años. Nunca se acaba. Hemos enderezado el rumbo. -Dos de sus altos ejecutivos tienen experiencia en el negocio de los vegetales. ¿Es una coincidencia? ¿Cómo cree que crecerá la industria? -La fruta fresca y las hortalizas de alta calidad se están volviendo cada vez más importantes. Así que vemos una oportunidad ahí, pero esa oportunidad en las verduras se verá impulsada por dónde nosotros invirtamos nuestro dinero. Estamos apostando por la nutrición y el sabor. Muchos vegetales lucen muy bien, pero no tienen sabor. Creemos que el consumidor estará dispuesto a pagar más por un mayor valor nutritivo y un mejor sabor. -Los detractores de los transgénicos atacan con fuerza a la industria. ¿Se convierte esa crítica en un problema para los inversionistas o amenaza con desalentar a los empleados? -Creo que parte de esa crítica se debe a que somos los primeros en muchos espacios. Prefiero estar ahí que al final de la cola. -¿Hasta qué punto le preocupa el cambio climático y sus efectos sobre la agricultura y, más concretamente, Monsanto? -Evaluamos eso hace unos tres o cuatro años. Reunimos a nuestros científicos más brillantes y les preguntamos si el cambio climático era una realidad o una ficción. Y a continuación, cuál sería el efecto sobre la agricultura en general y nuestro negocio en particular.

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