jueves, 5 de mayo de 2011

Julio Miguel De Vido

Julio Miguel De Vido ya no es lo que fue. La muerte de Néstor Carlos Kirchner fue una doble tragedia para él: se le fue su referente político pero también quien le concedía el poder. Cristina Fernández buscó otros colaboradores, en especial Carlos Zannini, quien envió a De Vido al ocaso.
Si De Vido todavía mantiene alguna relevancia para Cristina/Zannini es porque el arquitecto porteño simpatizante de Boca Juniors nacido en Palermo Viejo y ex empleado de la ex ENTel mantiene el vínculo con Hugo Moyano y algunos intendentes peronistas bonaerenses.
El hombre de moda es el abogado de Villa Nueva, Córdoba, ex maoista Carlos Zannini, más cercano a la transversalidad del kirchnerismo no peronista, y en quien Cristina Fernández delega todo. Todo. Zannini también simpatiza con Boca Juniors pero no significa nada en el vínculo con De Vido. Hay guerra en la barrabrava.
De Vido intenta llegar, con decoro, hasta cumplir el mandato. Pero la fecha del 10/12 se hace prolongada, en especial cuando sabe que muchos de sus colaboradores intentan reportar a Zannini para asegurar su permanencia si hubiese, como ellos creen que ocurrirá, un nuevo mandato consecutivo de Cristina.
Zannini integraba la denominada 'mesa chica' de Néstor Kirchner pero De Vido era el hombre de confianza para los más diversos menesteres relacionados con el dinero público y/o privado. Hoy día Zannini incorporó a Héctor Icazuriaga, jefe de la Secretaría de Inteligencia, a esa 'mesa chica' que comanda Cristina, y De Vido ya no recibe encargos. El secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación parece todopoderoso, y habla en la jerga del kirchnerismo no peronista que se encuentra de moda hoy día. Desde ese sector se cuestiona a De Vido porque dicen que sospechan que él tuvo/tiene reparos en que Cristina vaya por el nuevo mandato consecutivo.
Además, Zannini tiene cuentas pendientes con De Vido desde los días de Kirchner.
A decir verdad, los compartimientos estancos, que tanto le molestaban a Zannini, eran una decisión de Néstor pero el cordobés una sola vez se enojó con Kirchner, intentó marcharse a ejercer la abogacía en Comodoro Rivadavia (Chubut). Sin embargo, eso no funcionó y terminó regresando a Río Gallegos. Nunca más lo cuestionó. Ni siquiera ahora, que Néstor es historia. Y culpa a De Vido por aquellos compartimientos estancos, la división doméstica de derechos y obligaciones en que vivieron entre 1987 y 2010.
Ahora, solamente cuando hay que reparar daños con Hugo Moyano se requieren los servicios de De Vido. Ocurre que hasta los intendentes bonaerenses amigos buscan otros mensajeros con la Casa Rosada ya que conocen las limitaciones del antiguo contacto. Dificilmente De Vido regrese al sur, donde nunca fue popular. ¿Acaso no fue por eso que fracasó su intento de competir por la intendencia municipal de Río Gallegos? ¿Acaso no fueron un fiasco los sondeos para intentar escalar la Gobernación santacruceña? De Vido nació en Ciudad de Buenos Aires y sus intereses hoy día no van más allá de la bonaerense Zárate, donde tiene alguna propiedad rural.
Acerca de De Vido, es interesante leer un fragmento de Eugenio Paillet en el diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca: "Julio De Vido ya ha deslizado entre sus funcionarios más cercanos que no seguirá en el gobierno más allá del 10 de diciembre de 2011. La decisión, dicen quienes conocen los pormenores de la idea que madura por estas horas en la cabeza del ministro de Planificación, no tiene vuelta atrás y corre para cualquiera de los escenarios que puedan presentarse en esa fecha.
(...) Confidentes del piso once del Palacio de Hacienda, donde tiene sus oficinas el ministerio de Planificación, deslizaron en las últimas horas que las razones por las cuales De Vido tiene casi tomada la decisión de abandonar en diciembre el cargo que ocupa desde la llegada del kirchnerismo al poder en 2003 son básicamente de origen familiar. Sin entrar en detalles, deslizan la fuerte preocupación del funcionario por los problemas de salud que padece su madre. Hablan por otras parte de "cansancio" en el ministro después de largos ocho años de gestión y de exposición mediática, no exenta de avatares judiciales, que lo habrían llevado hasta a anticipar en su círculo más cerrado de colaboradores que no tiene ganas de seguir.
"El chino", como se lo conoce a Zanini entre sus íntimos, concentra cada vez más decisiones en sus manos. Aunque nadie en Planificación o en otros despachos del poder arriesga que esa pueda ser también una de las razones de De Vido para dar un paso al costado el 10 de diciembre cualquiera sea el futuro del gobierno y del espacio".

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