Aerolíneas Argentinas es incapaz de autofinanciarse y es imposible de cubrir todas las necesidades del aerotransporte pero es un coto cerrado de sindicalistas inescrupulosos, y de voraces políticos que suponen que la compañía les pertenece a ellos y sus ineficientes gestores juveniles: Mariano Recalde, 'Wado' De Pedro y Axel Kicillof.
La estatal Aerolíneas Argentinas, dirigida por el camporista Mariano Recalde, se encuentra entre las tres firmas aerocomerciales con mayor déficit en el mundo entero, con pérdidas por casi US$ 500 millones anuales, pero sus ejecutivos gozan de salarios y beneficios de hasta $ 82.000 mensuales. Los altos honorarios de los ejecutivos de AA, revelados por fuentes de la aerolínea de bandera a Noticias Argentinas, provocan un fuerte malestar entre los empleados de la firma, que por lo bajo aseguran que Recalde contrata gerentes que no tienen experiencia en el rubro aerocomercial.
Mientras tanto, la empresa sufre el severo plan de austeridad interno lanzado en 2009 –con jubilaciones anticipadas incluidas- debido al déficit que en 2010 alcanzó los US$ 486 millones y se ubicó en el 3er. lugar del podio mundial. La empresa lleva perdidos desde la reestatización en julio 2008 unos US$ 2.175 millones, aunque este año lograría reducir a la mitad su déficit respecto de 2010, con un balance que registrará un rojo de US$ 200 millones. El déficit de AA sólo fue superado en 2010 por los US$ 1.233 millones que perdió Air India, y por los US$ 564,2 millones gastados de más por Kuwait Airways. Así se desprende del relevamiento aéreo más acabado a nivel internacional, elaborado por la prestigiosa revista estadounidense Air Transport World con datos de los balances públicos. La calculadora del tándem AA-Austral prevé que las cuentas alcanzarán el equilibrio en 2012, una hipótesis que genera dudas en el seno del Gobierno de Cristina Kirchner.
Incluso, de los $ 30.000 millones contemplados en el Presupuesto 2012 en el rubro “Otras transferencias” destinadas a subsidios, unos $ 2.332 millones irían a parar a una caja destinada al eventual auxilio de AA.
El presupuesto también prevé $ 564 millones para “ambiciosas obras en los aeropuertos no concesionados” vinculadas a la recuperación y construcción de plataformas, pistas, torres y obras de seguridad. El Gobierno ratifica en su proyecto “ley de leyes” la decisión de sostener a la empresa (desmantelada durante 20 años por el español Grupo Marsans) debido a su rol estratégico para la integración nacional, regional e internacional del país.
En el entorno de la Presidenta resaltan que el esfuerzo de volver a poner en carrera a la línea de bandera no iba a ser fácil y destacan que el objetivo no es que la firma gane dinero en forma inminente, aunque reconocen que preocupa la presión de la oposición por el déficit y el por qué de ese rojo.
Van tomando fuerza las dudas sobre la competencia de la actual gerencia de la compañía y en los pasillos de la Casa Rosada se rumorea sobre la llegada de una nueva administración para AA después de diciembre, de confirmarse la reelección de la jefa de Estado. A los polémicos nombramientos, ahora se suman los acuerdos salariales particulares: un gerente que asumió pocos días atrás recibirá en su cuenta bancaria a fin de mes unos $ 55.000 en concepto de salario y un proporcional de la bonificación anual acordada con la firma, lo que elevará el depósito a unos $ 82.000.
A esos beneficios –que se repetirán del 1 al 5 de cada mes- se les suma autos Renault Fluence de alta gama adquiridos por la empresa durante julio último, con dominios KKI tramitados en el 8vo. piso del Registro 26, de la porteña Avenida de Mayo al 1.370.
Al menos 2 de los 3 autos full con caja automática comprados en $ 139.400 cada uno ya fueron asignados a puestos gerenciales por lo que entran y salen todos los días a las cocheras de las oficinas centrales de la compañía, en Bouchard 547. Según deslizaron las fuentes consultadas por NA, dos de los beneficiados son el flamante gerente del Área de Operaciones de Aeropuertos, Álvaro Francés, quien asumió pocos días atrás después de estar al frente de la disquera Musimundo y de haber dirigidos cadenas de supermercados desde 1986; y su segundo, el subgerente, Juan Nuñez Aguilar. Aguilar, preveniente de una empresa minorista de comercialización de zapatos, no sólo cobrará un salario mensual de $ 50.000 más las bonificaciones anuales, sino que al momento de rubricar su contrato logró una cláusula por la que en caso de despido la indemnización mínima deberá ser igual a 10 años de servicio. Los titulares de las otras cinco gerencias (de Sistemas, de Tecnología, de Compras, de Recursos Humanos y de Ventas) perciben, en promedio, salarios de $ 42.000 mensuales, más bonificaciones anuales y premios.
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