Elecciones en USA :El segundo debate entre los precandidatos republicanos en el estado de Florida tuvo como centrales temas como la inmigración y Latinoamérica, relegados en anteriores encuentros.
En el estado de Florida, lo latino importa y los precandidatos republicanos que luchan por la nominación de su partido para enfrentar al demócrata presidente Barack Obama lo saben.
Mitt Romney y Newt Gingrich pugnaron durante todo el debate por mostrarse como los más sólidos, con duros ataques mutuos, conscientes de que se juegan mucho en las primarias de Florida.
La cercanía de la decisiva votación en ese estado y la influencia del voto latino han hecho que se intensifique la discusión sobre temas como inmigración y la política estadounidense hacia América Latina y que por primera vez en un debate Mitt Romney use a su padre nacido en México como un activo y un argumento a su favor.
"¡No soy anti inmigrante, mi padre nació en México!", respondió indignado Mitt Romney luego que Newt Gingrich lo cuestionase sobre una previa afirmación en un comercial de radio en el que Romney se muestra hostil hacia los inmigrantes.
Es la primera vez que Romney hace dicha afirmación en un debate, luego de numerosas historias de prensa en las que se cuenta la historia de cómo su bisabuelo escapó a México con su familia escapando de la persecución de los mormones en USA y de las leyes antipoligamia, que en esa época los mormones practicaban. Romney, se sabe, es mormón.
En la víspera, Romney le había dicho a Univision que aunque su padre George nació en México, "nunca tuvo la ciudadanía ni habló español, y volvió a USA cuando tenía 5 años, no puedo decir que soy méxicoamericano, no creo que los votantes latinos lo encontrarán auténtico".
En anteriores debates, el tema de inmigración apenas se trató o se hizo mucho más someramente. Tampoco se mencionó casi nunca a América Latina. Pero en Florida estos son temas cruciales, en particular en el sur de la Florida donde vive la mayoría de los votantes latinos republicanos, considerados un voto decisivo en una contienda cerrada.
Los primeros 25 minutos del debate realizado anoche en Jacksonville se consumieron en discusiones sobre el tema de inmigración, luego de una pregunta realizada por un miembro de la audiencia del debate. En particular, se discutió el concepto de "autodeportación" que Mitt Romney ha estado promoviendo y que es una idea que se origina del ideario de Kris Kobach, el abogado que escribió todas las leyes de control de inmigración de los estados, como la de Arizona y Alabama.
Romney defendió su idea indicando que sería viable que la gente decidiera irse si se les hacía imposible trabajar. Propuso "severas sanciones" para las empresas que contraten indocumentados. Gingrich dijo que había que aumentar la cantidad de las visas legales.
Gingrich dijo que está dispuesto a ser "muy duro" en política migratoria y aumentar el control de las fronteras, aunque reiteró que su plan es poder legalizar de alguna forma a personas que llevan varias décadas viviendo en USA y tienen familiares a cargo.
"Necesitamos la inmigración", pero dentro "de los parámetros de la ley", opinó Rick Santorum y refrendó la necesidad de un programa fuerte de E-Verify para verificar documentos.
El moderador de CNN también interrogó a Gingrich sobre declaraciones que hizo en 2007 en las que identificaba al inglés "como el idioma de la prosperidad" y a hablar otros idiomas o la educación bilingüe como proponer "idiomas del guetto". Gingrich dijo ayer (26/01) que no utilizó la palabra español, como se ha reportado, sino que se refería a no hablar inglés en USA y sí exclusivamente otros idiomas.
Rick Santorum y Ron Paul discutieron sobre América Latina. Santorum dijo que el Presidente Obama "se ha puesto del lado de los izquierdistas, los marxistas, no de la democracia, y de nuestros aliados en Colombia" e indicó que si llegara a presidente actuaría con decisión para promover la democracia.
Romney y Gingrich han dicho algo similar pero Paul cuestionó "esta idea de que para convencer a otros hay que usar la fuerza". Paul indicó que los latinos eran las personas más opuestas a la guerra y que simpatizaban con su política de no intervencionismo.
A los candidatos se les preguntó a qué líder o político hispano considerarían para su gabinete. Santorum mencionó al senador Marco Rubio de la Florida, como posible miembro de gabinete y Gingrich aumentó la apuesta diciendo que "pensaba en él para un puesto más clave", aunque también mencionó a Susana Martínez, gobernadora de Nuevo México y a la Congresista Illeana Ross Lehtinen del sur de la Florida.
Romney indicó que "hay muchos hispanos calificados" y mencionó a Carlos Gutiérrez, que ya fue miembro del gabinete de George W. Bush.
Todos los candidatos han mantenido una línea dura sobre el tema de Cuba aunque recientes encuestas indican que la opinión de los latinos republicanos de Florida ha ido cambiando y que la mayoría favorece una política más estratégica.
"Si soy presidente (...) usaré todos los recursos posibles para asegurarme de que cuando Fidel Castro muera seremos capaces de ayudar al pueblo cubano a alcanzar la libertad", expresó tajante Mitt Romney, exgobernador de Massachusetts, durante el debate televisado organizado por CNN y CNN en español.
Para Gingrich, es "increíble" que el presidente de USA, Barack Obama, se haya preocupado por la primavera árabe y no imagine una "primavera cubana".
El exsenador Rick Santorum fue más allá en sus críticas y acusó a Obama de aliarse con los "marxistas" en Latinoamérica y de ir de la mano de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Cuba, Raúl Castro, "contra el pueblo de Honduras" cuando ese país sufrió el golpe de Estado de 2009.
Paul fue aplaudido, sin embargo, cuando dijo que de presentarse la oportunidad, él hablaría con los Castro y les preguntaría "cómo hacemos para mejorar las relaciones", agregando que las sanciones a Cuba "no dañan a los dictadores sino a la gente".
El próximo martes (31/01) se celebran en Florida unas primarias decisivas.
Romney y Gingrich, así como sus rivales republicanos Rick Santorum y Ron Paul, ya se enfrentaron en caucus y elecciones primarias en Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur, 3 estados más pequeños que Florida, cuyo 22% de la población es hispana.
Hasta el momento, Santorum venció en Iowa; Romney, en New Hampshire, y Gingrich en Carolina del Sur, por lo que ahora todas las miradas se concentran en Florida para ver quién repite la hazaña que lo acercaría a la nominación por su partido.
Gingrich ha tratado de minar el respaldo del que goza Romney entre los hispanos al acusarlo de 'antiinmigrante'. La respuesta de Romney ha sido una descomunal inversión publicitaria que, tan solo esta semana, se cree ha superado los US$ 5 millones.
Florida, con su determinante electorado hispano, era el escenario perfecto también para el choque en el tema de la inmigración. Y Romney se defendió con inusitada contundencia y con afilados dardos de los ataques de Gingrich, que insistió en definirle como el candidato más "anti-inmigrante". "Nuestro problema no son 11 millones de abuelas", sentenció Romney cuando Gingrich apuntó a lo inhumano de sus propuestas en temas de deportaciones.
Gingrich hasta ahora se había demostrado como el más hábil candidato en los debates, pero anoche, incluso en los momentos en que pareció dispuesto a tender la pipa de la paz, encontró a un Romney mucho más agresivo. "¿No sería bonito si la gente no hiciera acusaciones en otros sitios que luego no están dispuestos a defender aquí?", preguntó el exgobernador justo después de que Gingrich intentara alejarse de la línea de ataques personales incentivada por el presentador de CNN. Está claro: Romney viene de capa caida y necesita reevitalizar su campaña... y mostrarse con el carisma que no tiene.
Encuestas
El presidente de USA, Barack Obama, de gira por varios estados clave para su reelección, está remontando en los sondeos, mientras en el bando republicano se perfila de momento un empate en las primarias de Florida entre Mitt Romney y Newt Gingrich, ambos a caza del voto latino.
Según una encuesta del diario The Wall Street Journal y la cadena NBC, la confianza de los norteamericanos en la capacidad de Obama de sacar al país fuera de la crisis va en aumento gracias a un creciente optimismo sobre la situación económica. El 30% de los encuestados, muchos más que hace apenas unos meses, cree que el país en esta fase va en la dirección justa, y el número de críticos cayó al 60%, respecto al 69% de diciembre y al 74% de octubre.
En cuanto a la acción del Gobierno contra el desempleo, por primera vez en siete meses el sondeo revela cómo ahora son más las personas que aprueban cuanto hecho por Obama que las que lo desaprueban (48% frente al 46%).
Según la encuesta, si las elecciones presidenciales se realizaran hoy, Obama ganaría a Romney por 6 puntos y a Gingrich por 18. El margen de error de esta encuesta, elaborada entre un millar de adultos entre los días 22 y 24 de enero, es del 3,10%