Como es lógico, los analistas y la opinión pública tienen focalizada su atención en la cirugía de la presidente y, en menor medida, en el interinato de Amado Boudou a poco de ser electo vicepresidente. Sin embargo, si lo que miramos es la acumulación de poder, la clave hoy por hoy es el rol que tendrá Guillermo Moreno como real ministro de economía, sin importar demasiado que la formalidad diga que en el cargo esté el ya desdibujado Hernán Lorenzino. Aparentemente, éste fue nombrado para la eventualidad de que el gobierno decida salir seriamente del default parcial en el que se encuentra. Aunque hoy por hoy, las primeras obligaciones que deberían cubrirse con el exterior serían el pago de los fallos del CIADI en favor de las empresas norteamericanas Azurix y Blueridge. Por lo que sabemos, no hay en este momento ninguna intención seria de pagar estas deudas, cuyo incumplimiento puede originar o no una sanción del gobierno de los Estados Unidos contra nuestro país, además de votar, como lo viene haciendo, en contra del otorgamiento de créditos de los organismos internacionales a la Argentina.
La pulseada diaria
En los temas diarios que más interesan, las decisiones de Moreno tienen sus sorpresas. Por ejemplo, por decisión del supersecretario de comercio, los argentinos que viajen al exterior podrán gastar en dólares todo lo que quieran y pagar acá al cambio oficial, cuando en realidad se esperaba todo lo contrario.
Es que Moreno cree, en definitiva, que ganó ampliamente la guerra contra el dólar y piensa -equivocadamente- que la gente se olvidó de que la divisa está barata. Ésta sería la razón de su decisión y hay que tener en cuenta que el gasto con tarjeta de los argentinos en el exterior va a ser muy importante, porque no sólo abarca a los turistas que parten a países vecinos sino a miles que se van al Caribe, Estados Unidos y Europa. Esta masa de turistas piensan, al revés que Moreno, que el dólar está barato y la vida en esos destinos también.
Otro punto ríspido -y no menor- es la mala relación de Moreno con Julio de Vido, que se puede agravar con la licencia de la presidente y por el ímpetu del todopoderoso funcionario Moreno. Éste quiere intervenir ahora en la importación de GNL, hasta ahora manejada por De Vido y su Subsecretario de Coordinación, Roberto Baratta. En este tema fue dejado de lado el polémico convenio firmado con el emirato de Qatar. Seguiremos entonces importando gas del Caribe o de Venezuela, que está por producir GNL. Así las cosas, la pelea Moreno-De Vido recién empieza y con un pronóstico por ahora favorable para el primero.
Fuente: Guillermo Cherashny
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