Mientras muchas marcas buscan impulsar sus autos en el Salón del Automóvil que esta semana abrió sus puertas en Detroit, Estados Unidos, en la Argentina la empresa Fiat debió suspender su producción ayer y hoy en su planta de Córdoba por problemas de abastecimiento de partes, derivados de las trabas a la importación que impulsan los secretarios de Comercio Interior y Exterior, Guillermo Moreno y Beatriz Paglieri, respectivamente, según publicó el diario La Nación. En total son 4000 los trabajadores que están parados en la planta de autos de Ferreyra, y a pesar de que hasta ahora se les paga el sueldo completo, no se descarta que la firma suspenda temporalmente a sus empleados si no hay una solución a la falta de insumos que, en "toneladas", se encuentran en un depósito fiscal, esperando la luz verde de Moreno.
En total, la empresa pierde una producción estimada de 700 autos por día, de las que cerca de un 85% se exportan a Brasil, lo que podría provocar un nuevo pico de tensión con el socio más grande del Mercosur. "Se eliminaron algunas excepciones. Pero ya hace tiempo que hay demasiados problemas con diferentes insumos, y un auto tiene 1800 piezas", graficó una fuente cercana a la empresa.
El problema de abastecimiento, que ya había golpeado a Fiat y a Renault durante diciembre, se produce por las trabas a la importación que Moreno y Paglieri imponen con el objetivo de revertir la caída del superávit comercial y evitar la salida de dólares. Son varios los industriales que alertaron sobre la pérdida de competitividad de la industria local por la inflación y el congelamiento cambiario, lo que impulsa la importaciones.
Por otro lado, en Renault, General Motors y Ford confiaron a La Nacion que, por ahora, no registran problemas en su producción. En tanto, Volkwagen aún tiene a sus operarios de vacaciones.
"Es un tema que está en vías de solución", afirmó a La Nacion Ricardo Pignanelli, secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata). "Se trata de material que tenía que llegar y no llegó", agregó. El sindicalista, de buena sintonía con el kirchnerismo, sostuvo que mantuvo una charla con Moreno en la que encontró "buena recepción" para solucionar la parada de la producción. "La preocupación es lógica -indicó-. Pero se trata de un problema de insumos."
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