Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco abireron la discusión por la “actualización y unificación” de los códigos porpuesta por el Gobierno. El debate sigue la semana próxima con Julio Alak
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y la vice, Elena Highton de Nolasco, inauguraron hoy en la comisión bicameral el debate sobre la reforma de los códigos Civil y Comercial, que consideraron pensadas más allá de la coyuntura política, con una visión latinoamericana, porque era una "deuda de la democracia".
Lorenzetti dijo que la reforma tiene una "visión latinoamericana y una visión propia" que se aleja del paradigma europeo que se importó en el Siglo XIX, y es "una deuda de la democracia" para "avanzar en una codificación que nos ponga a la altura de nuestros días".
El magistrado, en el inicio de la exposición ante la comisión bicameral que debe pronunciarse sobre las propuestas de reformas al Código Civil, remarcó que el texto propuesto "no tiene nada que ver con la pesificación" y acepta que "los contratos se realicen en moneda extranjera".
Asimismo, indicó que en la reforma propuesta "está contemplado el matrimonio y la unión convivencial, la filiación natural y otro tipo de afiliación, y una serie de instrumentos que solucionan problemas, pero no hay la imposición de uno".
La primera consulta realizada por la comisión bicameral de reforma del Código Civil duró más de cinco horas y estuvo íntegramente dedicada a escuchar las exposiciones de Lorenzetti, Highton y la jurista y ex miembro de la máximo tribunal de Mendoza, Aída Kemelmajer de Carlucci.
Los tres magistrados integraron el equipo de juristas que preparó junto a un centenar de expertos en derecho el texto.
La audiencia, realizada en el Salón Azul del Senado, fue abierta por el vicepresidente, Amado Boudou, quien sostuvo que "la aprobación de esta nueva pieza de ordenamiento jurídico va a ser fundamental para seguir avanzando en el país en términos de la calidad de vida de todos los argentinos y argentinas".
Lorenzetti destacó que la idea que subyace en la reforma es "mostrar a la sociedad cómo hay consensos básicos y al mismo tiempo hay diversidad. Todos pueden vivir en la misma casa con ideas diferentes".
El magistrado señaló que el Código "hay que pensarlo con una expectativa de cien años" y que en la propuesta quedaron plasmados "derechos personalísimos para la persona, no solo la persona física, su nombre y apellido, sino todos sus derechos".
Sobre este punto, resaltó que el proyecto invierte "la idea de incapacidad", que tradicionalmente "es un sello que se le pone a alguien para excluirlo de la sociedad", para que se entienda que "toda persona es capaz y se debe probar que hay incapacidad. Se presume la capacidad".
En materia económica y comercial, dijo que "se regulan los contratos" incluidos sobre herencias futuras, lo cual hasta ahora no se puede, porque hay situaciones en que es necesario "garantizar la continuidad productiva y de gestión" comercial.
Por su parte, Highton sostuvo que "la propiedad comunitaria indígena existe en la Constitución" y la reforma del Código Civil permitirá "inscribirla en forma gratuita en un registro especial, se permitirá además su uso, goce y disposición, y sobre ella no se podrá constituir derecho de garantía, ni rematar o embargar".
Puntualizó que mientras exista un solo descendiente de una comunidad indígena, se mantendrá la propiedad comunitaria.
En tanto, Aída Kemelmajer de Carlucci confirmó que la reforma mantiene la igualdad del matrimonio que contraen personas heterosexuales y el de personas del mismo sexo que aprobó el Congreso.
Agregó que la reforma establece una apertura "hacia personas con restricciones a su capacidad mental", porque "no hay razón por la que no puedan vivir en matrimonio".
Tras las exposiciones, legisladores de la oposición preguntaron a los magistrados sobre los cambios introducidos por el Poder Ejecutivo al texto que preparó la comisión de jurista.
Sobre ese punto se expresaron los radicales Ricardo Gil Lavedra, Ernesto Sanz, Gerardo Morales y Juan Tunessi, y los peronistas disidentes Graciela Camaño, Sonia Escudero y Liliana Negre, y la diputada de FAP, Liliana Parada.
De los 16 miembros del Frente para la Victoria que integran la bicameral, solo formularon reflexiones los senadores Nanci Parrilli y Aníbal Fernández.
Los temas más consultados fueron los vinculados con pesificación, matrimonio, divorcio, propiedad colectiva de los pueblos originarios
No hay comentarios:
Publicar un comentario