El Banco Santander avala la inflación de las consultoras: desanima la bancarización Así lo afirmó el vicepresidente de la división América del grupo y ex director de la filial argentina en relación a las estimaciones de precios que difundió Diputados. Por qué la alta inflación genera burbuja de activos.
No sólo la oposición se atreve a respaldar abiertamente los índices privados de inflación. Para quien comanda el banco privado con más participación de mercado en el país, el Santander Río, la inflación argentina no es la que calcula el cuestionado INDEC sino la que difunde el Congreso.
A sus 63 años, Francisco Luzón, director general de la División América del Grupo Santander, lleva más de media vida dedicada al sistema financiero, desde sus inicios en el Banco de Vizcaya en 1973. Luzón recibió a la prensa argentina en una sala del Hotel Real, con vista al mar Cantábrico y a la residencia de Emilio Botín, presidente de la entidad financiera que dirige. A continuación, lo más delicioso del diálogo:
—¿Cuáles son los desafíos de la bancarización en la Argentina?
—En primer lugar, la bancarización es muy reducida desde 2002 y no hemos logrado revertirlo. Las relaciones crédito/PBI y ahorro/PBI argentinas son de las más bajas de América Latina. Para revertir esto, debe recuperarse la confianza. Sin confianza, no existe ahorro. Otro problema es la alta inflación, que destruye todo. Si hay desconfianza en la moneda nacional, no se ahorra. Además, las clases medias se destruyen. Reducir la inflación es condición sine qua non para que la bancarización se profundice.
—¿La inflación es sólo un problema de las clases altas como dijo el ministro Boudou?
—No se trata de discutir con el ministro. Dígase lo que se diga, casi es una verdad absoluta: en ningún país del mundo quieren una alta inflación, sobre todo los ciudadanos. La alta inflación conduce a crecimientos nominales muy altos y eso produce una burbuja de activos, algo que siempre es peligroso. Y, en segundo lugar, la inflación no es el mejor remedio ni la mejor solución para el sistema financiero. Sin embargo, la Argentina tiene una gran oportunidad. Tiene un sistema financiero fuerte y sano.
■Archivo: Boudou afirma que “la inflación no es un tema”
—¿No resulta ventajoso para los bancos que por la alta inflación se recurra a más créditos para el consumo?
—Por ahora, estamos cómodos. Tenemos muchos más depósitos que inversión crediticia. Pero si el consumo crece, el crédito también y, si no hay ahorro, surge un cuello de botella. Necesitamos hacer crecer el ahorro si queremos más inversión. La única forma de no hacerlo es recurrir a mercados externos.
—¿La inflación separa a la Argentina del destino que ven para la región en los próximos años?
—La inflación es un bicho que hay que cuidar. De hecho, en Brasil, se fue rápidamente al 6% y se encendieron las alarmas. Controlar la inflación en países en desarrollo debe ser una preocupación mayor. La Argentina tiene tasas de interés reales negativas pero ¿cuánto le cuesta a la Argentina si tiene que recurrir a los mercados internacionales con esta inflación? Va a ser enorme el costeo. Es tan evidente que hay que controlarla que estoy convencido de que todos los políticos son conscientes de que hay que hacerlo. Después de las elecciones, el tema de la inflación se va a abordar porque los ciudadanos lo exigen. Primero, hay que bajar las expectativas de inflación, lo que conducirá lógicamente a bajar la suba de precios.
—¿A qué inflación se refiere? ¿A la del INDEC o a la de las consultoras privadas?
—Me refiero a la inflación que pasó por el Congreso argentino, que parece la real. El país tiene tantas capacidades, no depende de productos básicos del exterior, puede hacer una política muy prudente porque no depende de productos alimentarios. Tiene un montón de ventajas para revertir el proceso. Doy por sentado que va a ocurrir. El gran tema es cómo se logra mantener un crecimiento sostenible de 7 u 8%.
Nota:Por Carmen López Imizcoz *
Desde Santader, España
No sólo la oposición se atreve a respaldar abiertamente los índices privados de inflación. Para quien comanda el banco privado con más participación de mercado en el país, el Santander Río, la inflación argentina no es la que calcula el cuestionado INDEC sino la que difunde el Congreso.
A sus 63 años, Francisco Luzón, director general de la División América del Grupo Santander, lleva más de media vida dedicada al sistema financiero, desde sus inicios en el Banco de Vizcaya en 1973. Luzón recibió a la prensa argentina en una sala del Hotel Real, con vista al mar Cantábrico y a la residencia de Emilio Botín, presidente de la entidad financiera que dirige. A continuación, lo más delicioso del diálogo:
—¿Cuáles son los desafíos de la bancarización en la Argentina?
—En primer lugar, la bancarización es muy reducida desde 2002 y no hemos logrado revertirlo. Las relaciones crédito/PBI y ahorro/PBI argentinas son de las más bajas de América Latina. Para revertir esto, debe recuperarse la confianza. Sin confianza, no existe ahorro. Otro problema es la alta inflación, que destruye todo. Si hay desconfianza en la moneda nacional, no se ahorra. Además, las clases medias se destruyen. Reducir la inflación es condición sine qua non para que la bancarización se profundice.
—¿La inflación es sólo un problema de las clases altas como dijo el ministro Boudou?
—No se trata de discutir con el ministro. Dígase lo que se diga, casi es una verdad absoluta: en ningún país del mundo quieren una alta inflación, sobre todo los ciudadanos. La alta inflación conduce a crecimientos nominales muy altos y eso produce una burbuja de activos, algo que siempre es peligroso. Y, en segundo lugar, la inflación no es el mejor remedio ni la mejor solución para el sistema financiero. Sin embargo, la Argentina tiene una gran oportunidad. Tiene un sistema financiero fuerte y sano.
■Archivo: Boudou afirma que “la inflación no es un tema”
—¿No resulta ventajoso para los bancos que por la alta inflación se recurra a más créditos para el consumo?
—Por ahora, estamos cómodos. Tenemos muchos más depósitos que inversión crediticia. Pero si el consumo crece, el crédito también y, si no hay ahorro, surge un cuello de botella. Necesitamos hacer crecer el ahorro si queremos más inversión. La única forma de no hacerlo es recurrir a mercados externos.
—¿La inflación separa a la Argentina del destino que ven para la región en los próximos años?
—La inflación es un bicho que hay que cuidar. De hecho, en Brasil, se fue rápidamente al 6% y se encendieron las alarmas. Controlar la inflación en países en desarrollo debe ser una preocupación mayor. La Argentina tiene tasas de interés reales negativas pero ¿cuánto le cuesta a la Argentina si tiene que recurrir a los mercados internacionales con esta inflación? Va a ser enorme el costeo. Es tan evidente que hay que controlarla que estoy convencido de que todos los políticos son conscientes de que hay que hacerlo. Después de las elecciones, el tema de la inflación se va a abordar porque los ciudadanos lo exigen. Primero, hay que bajar las expectativas de inflación, lo que conducirá lógicamente a bajar la suba de precios.
—¿A qué inflación se refiere? ¿A la del INDEC o a la de las consultoras privadas?
—Me refiero a la inflación que pasó por el Congreso argentino, que parece la real. El país tiene tantas capacidades, no depende de productos básicos del exterior, puede hacer una política muy prudente porque no depende de productos alimentarios. Tiene un montón de ventajas para revertir el proceso. Doy por sentado que va a ocurrir. El gran tema es cómo se logra mantener un crecimiento sostenible de 7 u 8%.
Nota:Por Carmen López Imizcoz *
Desde Santader, España
QUIÉN ES QUIEN
Francisco Luzón (63) se desempeña como director general de la división América del Grupo Santander Río. También ocupó el cargo de presidente de la sucursal argentina y entre 2002-2003 negoció la estrategia con la que su empresa enfrentó el corralito financiero. Actualmente, en el país el banco Santander Río es la entidad privada con más participación de mercado, cuenta con 299 sucursales y 2 millones de clientes.
Francisco Luzón (63) se desempeña como director general de la división América del Grupo Santander Río. También ocupó el cargo de presidente de la sucursal argentina y entre 2002-2003 negoció la estrategia con la que su empresa enfrentó el corralito financiero. Actualmente, en el país el banco Santander Río es la entidad privada con más participación de mercado, cuenta con 299 sucursales y 2 millones de clientes.
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