El Gobierno busca recuperar el 'voto campo' y libera las exportaciones de trigo

El Efecto Santa Fe , en solo 48 Hs.
De acuerdo a los distintos análisis, una de las claves de la derrota kirchnerista en Santa Fe por partida doble (en manos del socialismo y del Pro) es que las heridas abiertas por el enfrentamiento entre el sector rural, "el campo", y el Gobierno Nacional en 2008 aún no curan.
La provincia que retiene el socialismo es uno de los corazones de la producción agropecuaria que se enemistó con el Ejecutivo que impulsó fallidamente la denominada 'Resolución 125', iniciativa que naufragó tras el "voto no positivo" del vicepresidente, Julio Cobos, en el Senado. El domingo (24/7), además del rechazo de Rosario, según las interpretaciones, fue el 'voto campo' el que le dio la espalda al kirchnerista Agustín Rossi, migrando hacia el humorista Miguel Del Sel, la fuerte apuesta que hizo Mauricio Macri para hacer pie en la provincia. En el Gobierno Nacional no habrían pasado por alto el efecto adverso del 'voto campo' y, de cara las primarias del 14/8, asomó con un guiño al sector rural: la liberación de saldos exportables de trigo. El anuncio, apenas 48 horas después del resultado santafesino, corrió por cuenta de Amado Boudou, que no sólo es el ministro de Economía, sino también el compañero de fórmula con el que Cristina Fernández buscara renovar su cargo en octubre. Lo acompañó, como corresponde en estos casos, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez. La apertura del saldo exportable del grano, una medida reclamada por los productores, se amplía a 450.000 toneladas. La mayor parte, 300.000 toneladas, corresponde a producción de las provincias de Santa Fe, donde el kirchnerismo acaba de ser abatido, y Buenos Aires, donde cayó en 2009, cuando Francisco De Narváez derrotó al mismísimo Néstor Kirchner. Los 150.000 restantes corresponden a Entre Ríos. La medida da cuenta del nerviosismo que hay en el Gobierno que vio en apenas unos pocos días como se derrumbaba su estrategia discursiva de "Cristina ya ganó". El Ejecutivo buscaría que esos votos que se le escaparon a Rossi en Santa Fe no se le escapen a la Presidente en agosto. En Buenos Aires la preocupación no es menor: fue en el interior bonaerense, en las zonas rurales, donde el expresidente perdió la mayor cantidad de votos.