Exactamente en la costa de la provincia de Guipuzcoa, en el País Vasco, entre San Sebastián y Bilbao se ha inaugurado la primera planta que aprovechará la energía de las olas. Tiene una potencia de 296 kilovatios y producirá 600.000 kilovatios hora al año. El pueblo guipuzcoano de Mutriku se ha convertido en el primer lugar de Europa donde las olas producirán energía para su posterior uso en los hogares pues, aunque existen otras dos instalaciones similares, las de Portugal y Escocia están orientadas a la investigación. El sistema utilizado para generar energía es el de Columna de Agua Oscilante (OWC o CAO: Oscilating Water Column-Columna de Agua Oscilante) suministrado por la compañía escocesa Wavegen. Y es que esta tecnología, según el Ente Vasco de la Energía (EVE) es "una de las tecnologías de aprovechamiento energético de las olas más maduras que existen en el mercado". Sin embargo, a pesar de que la tecnología proviene de escocia, las turbinas han sido fabricadas por la española Voith Hydro Tolosa en la fábrica de que dispone en Guipuzcoa.
La instalación de Mutriku dispone de 16 cámaras de aire dentro del dique, de forma que cuando llega la ola, presiona el aire de las cámaras ascendiendo, pasando por las turbinas y haciéndolas girar. Cuando la ola se retira el aire se succiona y pasa igualmente por la turbina, generando igualmente movimiento y por tanto, energía. Esta energía "se inyecta directamente a la red general de distribución, lo que hace de Mutriku única en su tipo en todo el mundo, ya que otras dos instalaciones existentes en Portugal y Escocia son prototipos". En total se han invertido 6,7 millones de euros en un proyecto que permitirá reducir la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Para ser más concretos, la nueva central generará unos 600.000 kWh, o lo que es lo mismo, la cantidad de energía necesaria para abastecer las necesidades de unas 600 personas. A nivel de emisiones de CO2, esta tecnología evitará la emisión de 600 toneladas de este gas nocivo cada año.
La instalación de Mutriku dispone de 16 cámaras de aire dentro del dique, de forma que cuando llega la ola, presiona el aire de las cámaras ascendiendo, pasando por las turbinas y haciéndolas girar. Cuando la ola se retira el aire se succiona y pasa igualmente por la turbina, generando igualmente movimiento y por tanto, energía. Esta energía "se inyecta directamente a la red general de distribución, lo que hace de Mutriku única en su tipo en todo el mundo, ya que otras dos instalaciones existentes en Portugal y Escocia son prototipos". En total se han invertido 6,7 millones de euros en un proyecto que permitirá reducir la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Para ser más concretos, la nueva central generará unos 600.000 kWh, o lo que es lo mismo, la cantidad de energía necesaria para abastecer las necesidades de unas 600 personas. A nivel de emisiones de CO2, esta tecnología evitará la emisión de 600 toneladas de este gas nocivo cada año.
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